Boda en el Mirador de la Dehesa | L & J

Siempre decimos que cada boda es diferente y está vez no iba a ser menos.
Los preparativos comenzaron en la peluquería del hermano del novio, Gutiérrez Peluquero, donde Javier se puso guapo recortándose la barba y el pelo.
Posteriormente nos desplazamos a la casa familiar, en Ciudad Real, donde todo estaba preparado y ya se palpaban los nervios de un día de boda. No le faltaron manos para ayudarle.
Justo saliendo de la casa del novio nos surgió una nueva anécdota (¡y es que tenemos para escribir ya un libro…!) Nos llamaba la novia. Estaba en la peluquería y no tenía forma de irse a casa porque, a quien la iba a llevar, todavía no la habían terminado de peinar. Para no retrasar nada la recogimos, junto a su madre, y nos fuimos para su casa. Cuando llegamos, su vestido colgado de Vertize Gala, todos sus complementos y su ramo de la Floristería La Orquidea nos estaban esperando. Fueron unos preparativos muy divertidos.

Con los novios ya listos, nos trasladamos a la Parroquia de Santiago Apóstol de Ciudad Real, de donde la novia tiene gran devoción por Nuestra Señora de los Dolores, que estuvo muy presente durante todo el día.

Allí esperaban todos los invitados cuando llegó Javier que, sin querer esperar más, se dispuso a entrar en la iglesia para esperar a Laura, la cual llegó puntual y muy sonriente por ver a todos allí reunidos.

Vivimos una ceremonia religiosa con muchos momentos especiales y emotivos, que finalizó con una salida preciosa, llena de arroz, pétalos y, sobre todo, muchos muchos besos. Pero una sorpresa aún les esperaba, y es que sus compañeros del Grupo Mazantini de Ciudad Real les tenían preparado un baile al cual se unieron, haciendo que los ¡Vivan los novios! se escucharan en toda la plaza.

Y pasamos al cóctel y banquete que se celebraron en la Finca Mirador de la Dehesa con el catering La Aguas. ¿Quién diría que esta boda fue en noviembre? Pues efectivamente… y tuvimos un cóctel al aire libre disfrutando de las preciosas vistas que tiene esta finca para luego, cuando cayó el sol, celebrar el banquete y la fiesta en un espacio mixto donde emociones, diversión y bailoteo fueron los protagonistas.

No queremos dejar la oportunidad de mencionar a la videógrafa Pilar Díaz Escalona con la que en esta ocasión compartimos un precioso día, formando un gran equipo.