Boda en el Mirador de la Mancha | S & A

De Almagro a Villarrubia – Boda en el Mirador de la Mancha – Ciudad Real

Silvia, Alberto y todos sus familiares y amigos, son de los que dejan huella.

Era septiembre de 2019 y el día amaneció más bien nublado e incluso se dejo caer alguna gotilla a la salida y retratos de los novios, pero eso no haría que ese día fuese especial.

Primero fuimos con Alberto y su familia a su casa de Ciudad Real. Todos súper elegantes y los caballeros vestidos con chaqué. No pudo faltar por supuesto fotografías con el Golden Retriever de la familia.

Seguidamente partimos hacia Almagro donde se preparaba la novia en su casa y posteriormente nos desplazaríamos hacia la Parroquia Madre de Dios decorada con bonitos exornos florales de la Floristería María Magdalena donde disfrutamos de una emotiva y bonita ceremonia.

Pero… no adelantemos acontecimientos…

Silvia, ilusionada, estaba junto a sus padres, abuelos, primos y amigas. Toda la casa estaba llena de gente jejeje. Ella nos esperaba junto a sus zapatos de Lodi, su vestido colgado de Pronovias y recibiendo los últimos retoques de maquillaje y peinado con Bárbara Salanova.
Ella se vistió ayudada por infinidad de manos y cuando íbamos a salir a salir para irnos a la ceremonia nos abordaron sus amigas y nos suplicaron que nos quedásemos a la salida de la novia. Y es que… le tenían preparada una sorpresa en forma de coche clásico descapotable para ir a la iglesia que no nos podíamos perder.

Como no podía ser de otra manera. Almagro y alrededores fueron los escenarios de que escogieron Silvia y Alberto para sus retratos. Un bonito recuerdo en la cuna de la novia que además fue aún más bonito por el colorido que tenía el ramo de rosas rosas creado por El Jardín Romántico.

Seguidamente ponemos rumbo hacia Villarrubia de los Ojos, concretamente al Restaurante Mirador de la Mancha, donde todos los invitados nos esperaban en su patio castellano amenizados por un grupo de música cubana super enrollados.
Una vez finalizado el cóctel nos preparamos para la entrada de los novios y vaya entrada… ¡fue brutal!
Luego, uno a uno, fueron apareciendo los regalos y las sorpresas que tenían preparadas, a cual mas emotiva y especial. Padres, hermanas, amigas…

Y finalmente llegó la verdadera fiesta. En la cual también pudimos poner nuestro toque con nuestro servicio de fotomatón.

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